El Ministerio Público establece en la solicitud de medida de coerción en el caso Gaviota que en cuanto los imputados lograban que sus víctimas depositaran dinero los hacían firmar contratos, sin embargo, en estos no se establecía en qué se invertiría el dinero entregado.
El documento, de 457 páginas, dice que las víctimas engañadas firmaban el contrato, no obstante, con pocas excepciones, no le entregaban copia del documento, estableciendo que lo mandarían a notarizar y que luego se lo remitían, lo cual nunca ocurrió.
“Al mes siguiente de la firma, las víctimas comenzaban a recibir fondos de los supuestos beneficios de sus cuentas, evidenciándose que estas transferencias procedían de cuentas de beneficiarios distintos a donde habían depositado, o con quien habían firmado el contrato. La periodicidad de estos depósitos generaba confianza en las víctimas de forma que estas procedían en poco tiempo a realizar aumentos de su capital inicial, y a referir a familiares y allegados”, sostiene el Ministerio Público.
Fuente: SIN