En la audiencia preliminar del caso Coral, en el que está implicado también y es el “testigo estrella” del Ministerio Público, Girón afirmó que recomendaba a Núñez de Aza que los aparatos se compraran por lo menos una semana después de haber llegado al país, porque se conseguían hasta en 60 mil pesos y él le respondía que no, que los jefes quieren sus celulares el mismo día que salían.
Explicó que los gastos se multiplicaban porque no le vendían a una misma persona varios celulares, por lo que tenía que pagar el viaje de hasta veinte personas.
“Si queríamos veinte celulares había que mandar veinte gente a Estados Unidos”, dijo el exencargado de nómina del Cestur.